ANIMAL OCULTO / DANIEL ROBLES 

13 X 23

100 PÁGINAS 

ISBN 978-987-8465-23-4

Uno entra en la casa Daniel y nos recibe una biblioteca de madera clásica, con sus libros leídos y ajados, viejas y nuevas fotos de familia, objetos de una ligera belleza a los que le intuimos un sentido superior, mojones amorosos, señales de vida, recordatorios, cicatrices que prefiguran este libro, este animal oculto repleto de verbos amables, whisky, música y poesía. Y el tipo, nuestro poeta siempre enamorado, tiene una formación clásica que le luce y, de su mano, nos lleva por paisajes conocidos con ojos nuevos y nos estremece, nos conmueve. Conmoción es la palabra, sí. No importa si el tema es la derrota como bitácora o como diario o como expresión más cercana a las sucesivas pérdidas, no importa qué mujer, siempre hay una que son todas, y el amor, claro, hoy todavía, como en el poema de Handke. La cuestión es que no hay un momento en este libro donde nos abandone la belleza. Cuando sea poeta, quiero ser como Daniel Robles.

Roberto Gispert

Jugador de fútbol atildado y mañero en los potreros de Bahía, hijo consentido, aspirante en no recuerdo qué institución militar, seminarista, estudiante abandónico de ingeniería, cantor de tangos en el metro de París y siempre, novio de aquella chica vietnamita, artista plástico, trompetista y guitarrista trunco, autor de tangos, integrante de diferentes formaciones, dueño del mejor bar del mundo, humorista, noctámbulo, padre de dos niñas y dos niños, amigo de la cantidad justa y necesaria de amigos, poeta desde cuando aún no firmaba poemas, desde cuando no se metía con eso, desde la poca luz de los postigos, desde los vericuetos de La Perla elegida como lugar definitivo y sus veredas, plazas y umbrales, léanlo, señora, señor, ha decidido dar testimonio y eso no es cualquier cosa para esta generación, para estos tiempos.

Ricardo Arriagada