Eduardo Goldman ha identificado como cuentos negros a estos cuentos pero se equivoca. Se equivoca porque estos cuentos exceden largamente el género para ir hacia rincones donde la negritud literaria no suele llegar. Así este libro aborda lo extraño, como con ese vendedor de agonías. O el terror sutil, como en los cuentos Afuera y Broma. Pero a la vez Goldman tiene razón, porque en estos cuentos se respira lo mejor del género negro, aquel que mete la nariz en lo social y que elabora una hipótesis tras otra sobre el mundo en el que vivimos. Así, curiosamente, la negritud de la vida se ilumina con relatos de crímenes, de lo peor de la política, de lo peor del hombre. Lo que quiero decir es que este libro se puede leer de muchas formas y todos esos caminos llevan a encontrarse con un gran libro de un gran escritor. Goldman sabe lo que hace. Y lo que hace es ofrecernos buena literatura. El resto depende del lector.

Javier Chiabrando

ISBN 978-987-8465-22-7