JUAN CASI DOMINGO / JUAN JOSÉ LAKONICH 

260 Páginas

13,5 x 20,5

ISBN 978-987-8465-08-1

 

Juanjo me pidió que leyera el primer borrador y yo dudé porque casi no leo literatura “setentista”. Es un poco por pudor, un poco porque en la ficción de nuestra historia la subjetividad de la memoria a veces hace trampa. Es también un poco por temor al dolor. Juanjo me había dicho otras veces que yo tenía que escribir sobre eso. Ahora, después de leer “Juan casi Domingo”, él mismo me convenció de que no, de que el escritor es él porque interpreta coyunturas, sintetiza emociones. Y reconozco sus personajes, me identifican las certezas de Laura, la dulzura de Estela. Me estremece Juan Carlos y su humanidad en el límite de su vida. Me interpelan las contradicciones de Juan D. Así, el pasado que vuelve al presente con dolor, la incertidumbre, el desahogo, la relatividad de la verdad se entremezclan en un relato fluido. Gracias por el relato y por los espejos que siempre nos devuelven lo que queremos.

ADELA SEGARRA

 

Siento una gran admiración por aquellos que tienen la virtud, la capacidad y las ganas de escribir. Es una cuestión pendiente en mi vida. Jamás me he animado a escribir nada, me resulta más fácil hablar. “Juan casi Domingo” me atrajo y me hizo sentir admiración por quien me ha hecho recordar momentos especiales de nuestras vidas. Alegres, profundos, de mucho dolor y sufrimiento también, en especial en las épocas de mi juventud. La historia que cuenta Lakonich atraviesa lo ciudadano y lo político, e interpela mi oficio de periodista. Hay que leer este libro, que nos va llevando por diferentes etapas, por nuestra ciudad, por nuestro país, por nuestras vidas. Es para aquellos que ya no están e intentaron dejar una patria mejor, para los que lo hemos vivido y para los más jóvenes también, para involucrarse y cuidar una forma de vida que no podemos perder. En fin, para valorar nuestra libertad y mejorarla cada día.

CHOLO CIANO

 

El todo y la nada constituyen en sí mismas magnitudes difíciles de abarcar, comprender, mensurar para la gran mayoría de los lectores. Desde el inicio “Juan casi Domingo” nos sitúa en un tiempo y un espacio reconocible para el lector. Desde allí Lakonich construye un relato sólido, con toques históricos y un personaje central potente, aunque no se pretenda héroe, al que le suceden cosas, la mayoría de ellas sin proponérselas. En sus páginas, el contexto se hace texto y atraviesa todo el contenido de la novela, lo que la vuelve aún más vigorosa y de tránsito amable en su lectura. Y esa potencia deriva también de su cautivante título; no tanto por la fortaleza de los nombres propios y sus posibles combinaciones, sino más bien, a mi manera de ver, en la fuerza de ese “casi” que universaliza y, al mismo tiempo, permite identificarnos, sentirnos representados por esa imperfección terrenal y cotidiana.

EDUARDO BRITOS

JUAN CASI DOMINGO / JUAN JOSÉ LAKONICH

$8.000,00
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ISBN 978-987-8465-08-1

 

Juanjo me pidió que leyera el primer borrador y yo dudé porque casi no leo literatura “setentista”. Es un poco por pudor, un poco porque en la ficción de nuestra historia la subjetividad de la memoria a veces hace trampa. Es también un poco por temor al dolor. Juanjo me había dicho otras veces que yo tenía que escribir sobre eso. Ahora, después de leer “Juan casi Domingo”, él mismo me convenció de que no, de que el escritor es él porque interpreta coyunturas, sintetiza emociones. Y reconozco sus personajes, me identifican las certezas de Laura, la dulzura de Estela. Me estremece Juan Carlos y su humanidad en el límite de su vida. Me interpelan las contradicciones de Juan D. Así, el pasado que vuelve al presente con dolor, la incertidumbre, el desahogo, la relatividad de la verdad se entremezclan en un relato fluido. Gracias por el relato y por los espejos que siempre nos devuelven lo que queremos.

ADELA SEGARRA

 

Siento una gran admiración por aquellos que tienen la virtud, la capacidad y las ganas de escribir. Es una cuestión pendiente en mi vida. Jamás me he animado a escribir nada, me resulta más fácil hablar. “Juan casi Domingo” me atrajo y me hizo sentir admiración por quien me ha hecho recordar momentos especiales de nuestras vidas. Alegres, profundos, de mucho dolor y sufrimiento también, en especial en las épocas de mi juventud. La historia que cuenta Lakonich atraviesa lo ciudadano y lo político, e interpela mi oficio de periodista. Hay que leer este libro, que nos va llevando por diferentes etapas, por nuestra ciudad, por nuestro país, por nuestras vidas. Es para aquellos que ya no están e intentaron dejar una patria mejor, para los que lo hemos vivido y para los más jóvenes también, para involucrarse y cuidar una forma de vida que no podemos perder. En fin, para valorar nuestra libertad y mejorarla cada día.

CHOLO CIANO

 

El todo y la nada constituyen en sí mismas magnitudes difíciles de abarcar, comprender, mensurar para la gran mayoría de los lectores. Desde el inicio “Juan casi Domingo” nos sitúa en un tiempo y un espacio reconocible para el lector. Desde allí Lakonich construye un relato sólido, con toques históricos y un personaje central potente, aunque no se pretenda héroe, al que le suceden cosas, la mayoría de ellas sin proponérselas. En sus páginas, el contexto se hace texto y atraviesa todo el contenido de la novela, lo que la vuelve aún más vigorosa y de tránsito amable en su lectura. Y esa potencia deriva también de su cautivante título; no tanto por la fortaleza de los nombres propios y sus posibles combinaciones, sino más bien, a mi manera de ver, en la fuerza de ese “casi” que universaliza y, al mismo tiempo, permite identificarnos, sentirnos representados por esa imperfección terrenal y cotidiana.

EDUARDO BRITOS