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(Disponible por 30 días, comenzando el 17/09/2024)

Se sabe que hay una serie de temas universales que están presentes en la mayoría de los libros, si no en todos: el amor, por ejemplo, o el destino. También la huida podría ser un gran tema. La huida hacia el pasado, hacia el futuro o hacia la lejanía que propone un viaje interestelar. Porque por momentos huida y viaje son sinónimos. Mariano Blotta acepta el desafío de interpretar esa aparente sinonimia. Y la usa para exorcizar algo que los lectores deberán develar leyendo. Este es un libro que nos sugiere que a veces es mejor levantar la mirada de las cosas terrenales y hundirla en la inmensidad del cielo. Pero, claro, a cada paso, mejor dicho, a cada mirada, hay un nuevo desafío. Acá el desafío comienza por aceptar el curioso título del libro y luego por dejarse llevar por la perfección de sus poemas. Y las miradas se suceden, porque desde aquellos versos casi obvios de Antonio Machado, “y al volver la vista atrás/se ve la senda que nunca/se ha de volver a pisar”, hasta la desesperación que parece embargar a Ángel González cuando confiesa que “el aire/tienes que separarlo casi con las manos/de tan denso, de tan impenetrable”, viajar, huir, mirar, es casi como decir vivir. ¿Dónde comienza y donde termina esa vida? Vaya uno a saber, quizá en estos versos de Mariano Blotta: “el secreto es abandonar el deseo,/y perderse en las estrellas,/tarde o temprano,/todo retorna allí”. Quizá es verdad, pero para saber si estamos en lo cierto, hay que volverse lector de este libro. No pierdan la oportunidad.